Nutrición infantil: 5 FALSOS motivos para empezar con la nutrición complementaria antes de los 6 meses

La alimentación complementaria comienza aproximadamente sobre los 6 meses de edad… ¿Significa esto que a partir de este momento todos los niños están preparados para comenzarla? ¿Y antes de los 6 meses?

En primer lugar, el comienzo de la alimentación complementaria, es decir, la introducción de alimentos en forma de papillas o enteros (Baby Led Weaning), no implica en ningún caso el abandono de la lactancia materna, ya que como su propio nombre indica es “complementaria”. Tanto la leche materna como la de formula seguirán aportando el grueso de las calorías y los nutrientes que él bebe necesita.

¿Cómo sabemos si está preparado?

A pesar de tener un indicativo cronológico como es el de los seis meses de vida, es necesario tener en cuenta que cada niño evoluciona a un ritmo distinto, de hecho, la Academia americana de Pediatría señala que ciertos niños no estarán listos hasta los 8 meses.

Del mismo modo que algunos niños comienzan a caminar sobre los 9 meses, otros no comienzan hasta el año. Lo mismo ocurre en nutrición, por eso, es importante valorar otro tipo de señales, como son:

  • Ser capaz de mantenerse sentado manteniendo la cabeza erguida.
  • Desaparición del reflejo de extrusión. Es decir, no empuja el alimento de forma sistemática fuera de su boca.
  • Habilidad suficiente para coger los alimentos y acercarlos a la boca.

¿Se puede comenzar antes de los 6 meses?

No, la recomendación de la Asamblea Mundial de la Salud deja claro que durante los primeros 6 meses de vida los bebés deben tomar leche materna o en su defecto leche de formula como único alimento.

Es a partir del sexto mes cuando se asegura el óptimo crecimiento y desarrollo, además de la salud del niño.  Entre los riesgos de incorporar la alimentación complementaria antes de esta edad figuran el desplazamiento de la leche materna y aparición de alergias alimentarias además de mayor riesgo de enfermedades respiratorias del tracto inferior, otitis media y diarrea.

Entonces… ¿Por qué sigue habiendo casos donde se incorpora antes de los 6 meses?

Como muchos de los errores que se cometen en nutrición, son las creencias populares o recomendaciones obsoletas las que nos llevan a introducir la alimentación complementaria antes de tiempo.

Vamos a ver los más comunes:

  1. El peso del bebé está por debajo de la media

Es el caso de muchos padres que acuden a consulta y se encuentran con que su bebé está por debajo de la media. ¿Implica esto que el bebé está mal alimentado? No, en primer lugar, es necesario tener en cuenta si el niño está sano, cosa que determinará el pediatra. Si ese es el caso, puede deberse a la genética o a un ritmo diferente de crecimiento, en cualquier caso, adelantar la alimentación complementaria no es la solución ya que como hemos indicado el mayor aporte calórico y de nutrientes lo aporta la leche ya sea materna o artificial y no la papilla.

  1. El bebé está por encima de la media

Contrariamente al caso anterior, se piensa que un bebé por encima del percentil tendrá más hambre que el resto. Igual que en el caso anterior esto puede ser debido a la genética, pero, aunque fuera cierto que el niño tiene “más hambre” es necesario tener en cuenta que son los ellos quienes deben regular sus ingestas y que si este es el caso simplemente demandará más leche.

  1. Estancamiento de peso

Peso por debajo, peso por encima…lo que está claro es que el peso del bebé siempre es motivo de preocupación e incluso alarma. No es raro encontrarse con estancamientos de peso sobre los 4 meses de edad y esta situación puede llevar a la introducción temprana de las papillas. Se trata de una situación completamente normal que no justifica la introducción temprana de los alimentos. Lo primordial para la tranquilidad de los padres es que el pediatra valoré el estado de salud del bebé para comprobar que sufre ninguna afección.

  1. Para dormir toda la noche

Cada niño tiene sus propios patrones de sueño, y que se despierte por la noche no implica que tenga hambre ya que hay otros motivos por los que esto puede ocurrir.

Existe la creencia popular que al introducir cereales en la toma de la noche se conseguirá que duerma durante más tiempo de forma seguida, sin embargo, no hay estudios que apoyen esta teoría.

En caso del que el bebé se despierte por la noche, darle el pecho ayudará a calmarle, pero no por un tema de hambre sino de apego y de sensación de tranquilidad y seguridad.

  1. Entusiasmo del bebé con la comida

Es cierto que muchos niños menores de 6 meses pueden mostrar un especial entusiasmo por la comida, pero hay que valorar que son bebés y que tienden a entusiasmarse por cualquier cosa y esto no implica que su organismo esté preparado para comenzar con este tipo de alimentación. Por ello, aunque se trate de un bebé muy “espabilado” se debe esperar a los seis meses de edad y así asegurar su salud.

 

María Pérez – Nutricionista infantil Dandelion Salud Alicante

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