La irrespondabilidad de los influencer «saludables»

En la época de las redes sociales, los influencers, el fitness y la felicidad, nuestro cerebro se ve bombardeado día tras día por fotografías de gente haciendo deporte, comidas divinas de la muerte y por paisajes de ensueño.

Aunque es un tema que puede abordarse desde diferentes áreas, queremos hacer especial hincapié en el falso concepto de hábitos saludables que nos intentan colar constantemente.

Las redes sociales están llenas de gente con cuerpazos que se empeñan en venderte día tras día que si no estás así, es culpa tuya. Que no es tan difícil, que no requiere tanto sacrificio. Que lo suyo son buenos hábitos mientras que lo tuyo es que algo estás haciendo mal.

Lo que no te dicen (exactamente igual que los productos milagrosos que camuflan ingredientes tras una publicidad perfecta) es que para colgar esa foto que parece casi casual, han tenido que 50 o 100, que ellos que te dicen que no hace falta matarse en el gimnasio tienen rutinas de 5 o 6 días, que sus hábitos de comidas saludables muchas veces consisten en dietas perfectamente medidas y que su concepto de “no hacer sacrificios” dista mucho del de la gente normal.

Aun así, incluso los más escépticos se preguntan:

 

¿Si decido seguir a pies juntillas lo que hacen, voy a conseguir los mismos resultados?

 

Pues lo más probable es que no. Pero es probable que termines con alguna lesión de espalda o de rodilla, con problemas de diastasis o de suelo pélvico por hacer abdominales como un loco o que sigas una dieta que te viene fatal teniendo en cuenta tus horarios, trabajo e incluso gustos personales.

Ser influencer está muy bien, pero cuando se habla de salud y no nos equivoquemos, ellos intentan vender salud, no se puede generalizar y eso es exactamente lo que ellos hacen. En primer lugar, la divulgación científica tiene que ser eso, científica, es decir, avalada por estudios homologados (y a ser posible no subvencionados por grandes compañías) y en segundo lugar, cuando das recomendaciones generales debes dejar muy claro que son exactamente eso, generales, no un “haz mismo que yo que verás cómo obtienen los mismos resultados.”

 

Una dieta por hipocalórica o hiperproteica o la característica que decidas ponerle no reacciona igual en todo el mundo. No se usa las mismas pautas para una diabetes, para un hipotiroidismo o para un síndrome de ovario poliquístico, tampoco una mujer con menopausia o que acaba de dar a luz puede o debe hacer los mismos ejercicios que alguien con una patología de espalda o que no ha hecho deporte en su vida o a lo mejor sí pero eso debe valorarse de forma individual. Y ya de paso, nadie debería realizar abdominales clásicos porque los estudios han demostrado que son nocivos para toda la población general, existen maneras mejores y más saludables de trabajar la zona abdominal.

 

¿Entonces lo de ellos es saludable o no?

Lo que ellos venden puede ser un estilo de vida saludable pero que no es el único. No existe UN estilo de vida saludable. Se trata de incorporar rutinas saludables a tu día a día y a lo que te gusta.

Si odias hacer deporte (y si, hay mucha gente a la que no le gusta nada el deporte) no tiene sentido que te pongas objetivos imposibles, busca algo que te guste o que te resulte más llevadero. Si no tienes tiempo, comes en el trabajo o tienes horarios imposibles busca pautas de alimentación que se adapten a tu estilo de vida. Si comes por estrés, ansiedad o preocupación busca herramientas que te enseñan a sobrellevar el día a día.

 

Lo normal no es tener vacaciones ilimitadas en lugares de ensueño con un cuerpo tonificado por arte de magia. Lo normal es ir con la lengua fuera, sentir que no puedes con todo, que si el trabajo, que si la casa, que si los niños, que si no llego… y así una lista interminable que para muchos se resume en una cena llena de picoteo o de cualquier cosa porque “es mi ratito del día”.

 

Si decides que quieres perder peso, ponerte en forma, cuidar tu salud o simplemente dedicarte un rato a ti mismo, no te conformes con la primera cuenta de instagram o de facebook que venda el estilo de vida fitness. Busca siempre profesionales que se adapten a ti y a tus rutinas y no al revés. Sea lo que sea que decidas hacer tiene que estar diseñado por y para ti.

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