El 1 de julio de 2019 entró en vigor la nueva normativa de calidad. Con ella, se endurecían los requisitos para catalogar a los panes como integrales o “elaborados con masa madre”, entre otros.
Un mes más tarde nos encontramos con la demanda de FACUA a Bimbo por reclamo engañoso en su pan “artesano”.
Dentro de la nueva normativa se especificaba las condiciones que debe reunir un pan artesano y que por supuesto Bimbo no respeta ni por asomo.
Lo más gracioso de la situación no es que el pan no sea artesano es que Bimbo argumenta que cualquier “consumidor medianamente perspicaz y normalmente informado es plenamente conocedor” de que sus panes difícilmente van a ser de elaboración artesana. Vamos, lo que nos faltaba ya, ellos mienten y la responsabilidad es del consumidor.
Para rematar, podrían excusarse diciendo que son los lotes que quedaban hasta agotar existencias, pero tampoco se han molestado en cambiarlo en sus web.
Este tipo de publicidad engañosa no es nueva en el mundo de la empresa alimentarias y vuelve a poner en evidencia que grandes marcas, lejos de realizar una etiqueta nutricional con intención que pueda ser fácilmente entendible por los usuarios intenta por todos los medios crear un reclamo “saludable” de algo que no lo es.
Es importante que además de nuevas normativas para regular este tipo de situaciones, se endurezca el control de los productos que salen a la venta y se le obligue a retirarlos del mercado mientras su etiquetado no corresponda.
