1. No compres lo que no necesites:
El problema de pasar tanto tiempo en casa es que hacer viajes a la cocina para asaltar la nevera o el
armario es demasiado fácil. Por eso, no compres alimentos que no necesitas y sustituye los procesados
por snacks saludables.
– Cambia las patatas de bolsa por frutos secos crudos, snacks de garbanzos al horno, crudités de
zanahoria o pepino con hummus o guacamole, conservas como mejillones o berberechos…
– Cambia los dulces por chocolate puro, dátiles, fruta desecada…
2. Mantén las rutinas:
Son días de mucho descontrol, con niños en casa, con teletrabajo… y eso puede llevarnos a relegar las
comidas a un segundo plano.
Es importante organizar lo que vamos a comer durante la semana e intentar mantener los horarios de
las comidas para evitar los atracones y picoteos.
Pega tu menú semanal en la nevera y reparte mucho las ingestas para no tener la sensación de que pasa
una eternidad entre comida y comida y comida.
3. Aprovecha el tiempo para cocinar y congelar:
La falta de tiempo siempre es la razón principal para comer a lo loco y cualquier cosa, aprovecha estos
días para probar recetas nuevas y para cocinar platos más elaborados y luego congelarlos.
Puedes usar los tápers para estos días o para cuando vuelvas a tu rutina normal.
4. Cuidado con las cantidades:
Son días en los que nos vamos a mover muy poco, es importante controlar la cantidad de comida que
ingerimos.
Pon siempre una ensalada de primero, sirve los platos en la cocina e intenta usar vajilla pequeña para
ver los platos muy llenos.
5. No te olvides de la fruta y la verdura:
No hay problema de desabastecimiento por lo que podemos comprar fruta y verdura con normalidad,
pero sino, utiliza la verdura en conserva o congelada.
Recuerda que tiene que ser el alimento más abundante en todas las comidas y cenas.
6. Limita el alcohol al fin de semana:
Estos días pueden parecernos una especie de vacaciones y sentirnos tentados de hacer aperitivos diarios
con una cervecita o una copa de vino.
