Los tiempos han cambiado y lejos de esos años en los que llegábamos el primer día de clase más altos, mas delgados y más morenos; actualmente los niños acaban el verano con más peso o con mucho más peso.
El acceso a los alimentos poco saludables, la poca actividad física y la falta de calle hace que los niños tengan veranos muy sedentarios y con unos hábitos alimentarios deficientes.
No vale con apuntar a mi hijo 2 tardes a pin pon, los niños necesitan estar activos durante todo el día, el verano tiene que ser una época de diversión donde cambiar el tiempo en el colegio por la naturaleza, los amigos, la piscina, la calle o la playa.
Una sociedad con niños con sobrepeso es una sociedad donde algo no funciona.