Actividad física en niños: El cuento motor

Uno de los temas que mas controversia ha creado históricamente entre todos los educadores y profesionales del deporte en las primeras etapas, es el momento adecuado par la especialización deportiva. A nivel personal la especialización en los primeros periodos sensibles no es el proceso más adecuado a través del cual poder desarrollar todo su potencial a nivel personal y deportivo a medio y largo plazo. Desde la perspectiva del rendimiento, bajo la cual muchos defienden este modelo de trabajo, tampoco hará que se alcance el máximo potencial con lo que el argumento cae por su propio peso.

La iniciación a la actividad física en las primeras etapas de crecimiento debería basarse en un trabajo global y cognitivo, con actividades y ejercicios que doten al individuo, de un trabajo motriz rico que permita a largo plazo; orientar hacia una especialización a través de los matices en el diseño de la tarea. A partir de aquí podremos empezar a orientar al deportista en inicio hacia unos patrones motrices concretos, en periodos mas avanzados propicios para tal fin.

Son muchas las corrientes metodológicas que han intentado evolucionar en la búsqueda de elementos que pudieran facilitar dicho enfoque, dando valor al proceso de enseñanza aprendizaje. Para ello, se ha buscado conjugar tanto la motivación como la transferencia real, todo ello, economizando al máximo los recursos sin perder ni un ápice de calidad con el objetivo de obtener un método que además de poseer todas estas características sea efectivo en su ejecución.

A pesar de lo complejo que pueda sonar en la anterior descripción, la solución al problema apareció en la forma más simple y más común de todas: dinámicas con un capacidad globalizadora para integrar diferentes áreas y un potencial cognitivo y emocional para trabajar a través de la transferencia a las situaciones reales. Es decir, volver del punto máximo de especialización hacia el mas genérico de los métodos de trabajo. Por supuesto a partir de la  motivación diversión.

Una de las dinámicas que cumple estas características con un componente social que lo convierte en atractivo ya antes de empezar es: EL CUENTO.

Sin embargo, esta vez no hablamos de un “cuento literario”, sino de un “cuento interactivo” donde se establece una relación entre el elemento literario y el físico. Se trata de uno de los recursos que mejor engloban los matices característicos de una visión global para entender el proceso de enseñanza-aprendizaje en las primeras etapas del desarrollo (de 3 a 6 años).

¿Pero que lo diferencia del cuento clásico?

Un cuento motor, es un cuento jugado y vivenciado que por un lado, posee unas características propias que dan una tonalidad especial y unas características que ha de cumplir para que se realice de forma adecuada. Todo esto, con la finalidad de contribuir a la potenciación de las áreas físicas, intelectuales, afectivas y sociales del individuo haciendo protagonista al mismo en una dinámica en la que tradicionalmente ha sido un sujeto pasivo.

En esencia un cuento motor, es una historia narrada por el entrenador/docente en la que los discentes la ejecutan como si fueran los protagonistas de la misma.  El argumento y forma están cargados  de elementos y factores que dotan a la misma de una alta carga física y sensorial mediante la cual trabajaremos diferentes aspectos relacionados con la educación física integral del niño. Cabe señalar que los cuentos motores pueden además llevarse a cabo con o sin material, apoyados en música o utilizar materiales alternativos. Admiten todo lo que la imaginación de docentes y alumnos sean capaces de generarles y además son fácilmente relacionables con el resto de áreas como pueden ser: lenguas, lenguas extranjeras, matemáticas, educación artística, entre otras.

Como curiosidad, en origen,  el cuento motor derivó del elemento literario, dando una dimensión más a la narración a través de la cual enriquecíamos y vivenciábamos de forma distinta el elemento original. Sin embargo, con el tiempo este flujo se produjo en ambos sentidos, y el cuento motor es un factor muy interesante para la introducción de los niños en etapas iniciales a la literatura a través del trabajo simultáneo de múltiples áreas. Es un buen precursor de la narración escrita y un complemento perfecto de la oral.

¿Qué áreas potenciamos a través del cuento motor?

Lo cierto es que los beneficios aportados por este método son muchos y diversos ya que desde el punto de vista físico permite la potenciación de las habilidades motrices básicas de los más pequeños, así como la interiorización del esquema corporal.

Del mismo modo, aumenta la capacidad expresiva y el descubrimiento y el conocimiento de las emociones y sentimientos que más tarde serán un factor clave a la hora de la competición deportiva.

 

Álvaro García y María Pérez – Dandelion Salud Alicante

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