La Navidad en octubre: Un despropósito nutricional a tu alcance.

Cada año, somos muchos los nutricionistas que escribimos artículos sobre cómo sobrevivir a la Navidad o similares. Cada año, son muchos los pacientes que recuperan el peso perdido a lo largo de varios meses en solo “dos semanas de Navidad”. Cada año, son muchos los que abandonan los buenos propósitos hasta año nuevo. Y como cada año, polvorones, turrones, mazapanes y derivados están estratégicamente colocados para atraer la atención de los consumidores dos meses antes de que la Navidad empiece.

Desgraciadamente, la Navidad se ha convertido en un despropósito nutricional donde parece que si no comes y bebes hasta reventar y engordas 5 kilos, no ha sido una autentica Navidad. Y desgraciadamente, como siempre, las cadenas de supermercados alimentan esta situación exponiendo en varios de sus pasillos toda la selección de dulces perfectamente presentados y donde sea imposible no verlos.

Vivimos en un ambiente obesogénico donde la industria alimentaria favorece el consumo de alimentos altamente procesados y ricos en grasas y azúcar, por ello y por difícil que resulte, es necesario una mayor responsabilidad como consumidor.

Personalmente, no me opongo a que nadie tome turrón o mazapán, pero creo que se nos está yendo de las manos. Del mismo modo que no comemos tarta de cumpleaños durante dos meses antes de la fecha señalada ni la ofrecemos como almuerzo, aperitivo, postre o merienda a todo el que viene a visitarnos, ni la tenemos expuesta en medio del salón para coger un trozo cada vez que pasamos por delante, tampoco deberíamos hacerlo con los dulces navideños.

Además, también hemos perdido la perspectiva sobre que son los dulces Navideños, porque bajo el pretexto ser “turrón”, se han hecho todo tipo de productos que se asemejan más a una pastilla de chocolate que a un turrón de Alicante.

Por ello, nos gustaría daros unos consejos básicos:

  • Esperad a diciembre para comprarlos (no importa si ya están en todos los supermercados, no se van a agotar)
  • No compréis cantidades insanas (no es necesario que sobren para la navidad siguiente o morir en el intento para que se acaben)
  • No hace falta que aproveches para comprar otros productos que están todo el año y nunca compras.
  • No los pongáis en un expositor en medio del salón o de la cocina para tenerlos a mano cada vez que pasáis por delante.
  • Intentad comprar productos de calidad. Entiendo que hay zonas en las que esto pueda ser un poco más complicado, pero para aquellos que vivís en Alicante, el turrón es un producto típico de la zona y que se realiza de forma artesana en muchos sitios.
  • Si a los niños solo les gusta “el turrón de chocolate”, no merece la pena que os gastéis el dinero en ese tipo de productos ya que es preferible darle el chocolate “de toda la vida” (cuanto más puro mejor). En cualquier caso, plantéate si quieres darle esa cantidad de dulce a tus hijos diariamente.

 

María Pérez – Nutricionista

Dandelion Salud Alicante

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