Los hábitos alimentarios en la infancia están influenciados por una gran variedad de factores desde genéticos y ambientales hasta psicológicos, culturales y sociales.
El papel de la familia es crucial en el desarrollo de los hábitos saludables, si tu no comes fruta y verdura es muy poco realista esperar que tus hijos lo hagan por mucho que tu les insistas en ello.
Los niños aprenden por imitación y rutinas, un niño al que le sirven un plato de espinacas mientras sus padres se comen un plato de patatas fritas tiene muchas más posibilidades de rechazar el plato que otro donde todos en su casa están comiendo lo mismo.
No tiene que ver con que las patatas estén mejor que las espinacas (muchas veces el niño ni siquiera se fija que alimentos son) sino en que no quiere ser diferente a los demás.
Lo mejor que los padres pueden hacer por sus hijos es servir de modelo.
