Osteoporosis: Actividad Física, nutrición y mejora de la calidad de vida

 

Frecuentemente acuden a nuestro centro muchas personas interesadas en que les ayudemos tras un diagnóstico de osteoporosis o una fractura consecuencia de esta. Otras veces es en el propio centro donde se realiza el diagnóstico y se diseña un programa para evitar las consecuencias de esta dolencia, enfermedad, o simplemente, consecuencia de algo tan natural como envejecer.

¿Qué es la osteoporosis? ¿Se puede prevenir?

Puedes encontrar en la red mucha información al respecto de buena calidad, así que no nos extenderemos. Sólo diremos que osteoporosis es lo que les pasa a los huesos cuando pierden densidad mineral, por los años y/o por varias condiciones que lo pueden facilitar, haciendo más fáciles las fracturas, con todos los problemas que estas conllevan.

La pérdida de densidad mineral es un proceso propio de la edad, aunque algunas condiciones lo pueden acelerar de forma importante, y se puede retrasar, atenuar y evitar sus consecuencias a través de múltiples estrategias. Algunas de éstas deben empezar a edades muy tempranas para ampliar su eficacia. En primer lugar, es importante, más incluso para las mujeres, conseguir el mayor pico de mineral. Esto se puede conseguir cuidando la dieta o haciendo ejercicio de forma regular desde edades tempranas. Este cuidado de la dieta no se limita simplemente a tomar mucho calcio, sino que influyen muchos otros factores.

La actividad física, además, no sólo es importante para reducir el riesgo de osteoporosis. También lo es para prevenir la más temida consecuencia de esta, las fracturas.

Algunas de las preguntas que nos suelen hacer la consulta:

¿El ejercicio físico es bueno para los huesos?

Sí, el hueso es un tejido vivo que se encuentra en reconstrucción permanente. Se forma hueso nuevo al mismo tiempo que se destruye hueso viejo. A esto se le denomina “remodelación ósea”. Esta renovación resulta esencial para la densidad y, por lo tanto, la resistencia del hueso.

Hay estudios que indican de forma inequívoca que la actividad física, mediante el trabajo muscular, estimula este proceso de remodelación, habiendo indicios sólidos de mayor actividad osteoblástica.

Con la edad ¿Debo continuar practicando ejercicio físico?

Sí, claro. Disminuirá tu riesgo de fracturas siempre que sea el ejercicio adecuado. Las recomendaciones internacionales hablan de practicar una actividad física regular durante 30 minutos al día. Esto tendrá muchos beneficios más allá de los relacionados con las consecuencias de la osteoporosis. Recientemente se están elaborando guías basadas en la evidencia científica con programas de actividad física especialmente adaptadas para lo que tradicionalmente se ha denominado «tercera edad». En este centro estamos muy atentos a estas actualizaciones y las aplicamos en nuestros programas.

¿Qué actividades debería practicar?

Hay trabajos que estudian algunos ejercicios con un efecto beneficioso directo en los huesos, como andar, correr, incluso bailar o el entrenamiento de fuerza, ya que, además de estimular la remodelación ósea, entrañan un trabajo muscular que ayuda a mejorar la calidad muscular, soportar mejor el peso y el impacto. Además, el entrenamiento con especial énfasis en el control motor mejora la estabilidad, lo que ayuda a prevenir las caídas, origen de fracturas, que es lo que en última instancia queremos evitar. A pesar de ser uno de los ejercicios que tradicionalmente más se han recomendado, sorprende un estudio que habla de que la natación no contribuye a la remodelación, pero como los anteriores sí refuerza los músculos y las articulaciones, lo que permite mejorar el equilibro y evitar caídas. En cualquier caso, la mayoría de los trabajos a los que nos referimos no son grandes trabajos metodológicamente hablando, pero los resultados son claramente favorables. Es esperable que en los próximos años empecemos a tener recomendaciones más sólidas por parte de la comunidad profesional internacional, impulsados por una mayor colaboración entre profesionales de la actividad física y otros profesionales sanitarios.

¿Qué tipo de actividad debo evitar?

Se desaconseja practicar actividades que propicien caídas que puedan resultar en fracturas como el esquí, la equitación o la bicicleta de montaña, etc. También es importante evitar los riesgos de caída en casa: alfombras, suelo resbaladizo, etc. Se deben evitar las actividades físicas que provoquen demasiada tensión en los huesos para evitar las fracturas de estrés (como levantar pesos excesivos).

A nivel nutricional…

¿Debe aumentar la ingesta de calcio?

Si, significa que es necesario controlar las ingestas de calcio, ya que a medida que nuestra edad aumenta, la absorción intestinal de calcio disminuye. Es importante conocer todas las fuentes de calcio ya que no solo lo encontramos en los lácteos sino también en legumbres, tofu, frutos secos…

¿El calcio es el único micronutriente al que se le debe prestar atención?

No, aunque desde pequeños nos han dicho que el calcio es bueno para los huesos no es el único micronutriente que hay que tener en cuenta. La vitamina D es clave en el proceso estructural del hueso ya que ayuda a la absorción del calcio. La vitamina D se sintetiza con la exposición solar (10 minutos al día) aunque también la podemos encontrar en el pescado azul, la leche y los huevos, entre otros.

¿Tengo que evitar algún alimento?

Si, el fosforo es un micronutriente presente en una gran cantidad de alimentos, su relación con el calcio debería ser 1:1 para evitar la desmineralización del hueso. Por ello, conviene evitar alimentos muy ricos en fosforo como las bebidas carbonatadas. Del mismo modo, algunos vegetales contienen sustancias como fitatos y oxalatos que impiden la absorción del calcio.

El caso de Marcos

El caso de Marcos es uno de los programas de salud que llevamos a cabo en Dandelion en el año 2016. Marcos llegó a nuestro centro con una osteoporosis diagnosticada en el sistema de sanidad público, a raíz de una fractura de cadera. La primera consulta tuvo lugar con el servicio de medicina donde se le hizo una valoración inicial sobre la que basar el diseño del plan de trabajo. Se establece un programa de salud con el objetivo de mejorar la calidad de vida del paciente de un modo global a través de un plan de actuación donde intervienen 3 áreas con la siguiente implicación:

  • Medicina (diseño y supervisión del programa)
  • Entrenamiento (programa de actividad física)
  • Nutrición (control nutricional y educación alimentaria)

A través del servicio de entrenamiento se pautaron dos sesiones semanales de 30 minutos con 2 objetivos primarios:

  • Trabajo de fuerza
  • Control motor y estabilidad

El trabajo de fuerza debía llevarse a cabo a través de las cargas adecuadas con las que el paciente pudiera llevarlo a cabo de forma segura y evitando en todo momento situaciones de impacto o de excesiva tensión.

En el apartado de trabajo de control motor y estabilidad se pretendía una evolución en la calidad de vida del paciente a través de la eficiencia y eficacia postural. Un trabajo que debía estar diseñado con una transferencia real en sus actividades cuotidianas.

La evaluación del paciente a corto plazo la valoramos desde dos perspectivas: la evolución subjetiva en su día a día y los test objetivos de nuestros profesionales.

A nivel subjetivo el paciente constató una mejora a la hora de afrontar sus tareas diarias, una vez recuperado de la fractura. Subir escaleras, coger las bolsas de la compra, moverse y afrontar determinados movimientos sin miedo, jugar con sus nietos o incluso poder hacerse la cama sin miedo a caerse, con un muy importante retraso en la aparición de fatiga. Esto le permitía llevar una vida social más activa.

El paciente experimentó una mejora al andar, sentarse y realizar movimientos comunes como agacharse o estirarse a coger cualquier cosa de un armario o cajón. El trabajo de estabilidad disminuyó considerablemente el miedo a caídas y fracturas.

Desde el servicio de nutrición se pautó un menú con niveles de calcio adecuados, así como una correcta relación entre fosforo y calcio. El paciente acudía a consulta cada 15 días tanto para revisar el menú como para adquirir los conocimientos  necesarios sobre que tipos de alimentos eran beneficiosos o perjudiciales para su caso con el objetivo de poder llevar su alimentación de forma autónoma.

En Dandelion entendemos la salud a través de la integración de las áreas y la labor multidisciplinar de los profesionales. Por ello, casos como este deben abordarse desde una perspectiva global. Un único programa, una única respuesta pero un equipo detrás del mismo. La meta es la mejora de la calidad de vida las personas, pero el camino ha de ser serio, con rigor y amparado en la evidencia científica.

Dr. Pere Esquerdo, Álvaro García y María Pérez

Servicio médico, entrenamiento y Nutrición de Dandelion Salud

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